Ayatola acepta recuento parcial de votos

Ayatola acepta recuento parcial de votos; manifestantes siguen en las calles

Los partidarios del presidente reelecto iraní, el ultraconservador Mahmud Ahmadinejad, y seguidores de su rival Mir Hosein Musavi, medían fuerzas este martes en dos manifestaciones en Teherán, aunque este último había pedido no realizar la marcha opositora para evitar violencias.

Al mismo tiempo, el ayatola Ali Jamenei, guía supremo y personaje más poderoso de la República Islámica, se declaró favorable a un recuento parcial de votos «de ser necesario».

El Consejo de los Guardianes de la Constitución también se pronunció en el mismo sentido con respecto a las circunscripciones que hayan sido cuestionadas.

Miles de personas se congregaron en el centro de Teherán en la manifestación oficialista, según imágenes transmitidas por la televisión oficial.

Poco después, miles de opositores iniciaron su marcha desoyendo el llamado de Musavi, según una televisora estatal.

Una gran marcha de centenares de miles de opositores, el lunes, para denunciar un fraude en las elecciones del pasado viernes y reclamar nuevos comicios, terminó con siete muertos cuando opositores intentaron atacar un cuartel de milicias.

El principal candidato opositor Mir Hosein Musavi había pedido a sus partidarios abstenerse de participar en la protesta prevista en la avenida de Vali Asr de la capital, para evitar caer en «confrontaciones planificadas».

Los partidarios de Musavi que manifestaron de todas maneras, tomaron una avenida paralela y se dirigieron hacia la plaza Vanak para evitar enfrentamientos.

El Consejo de Coordinación de la Propaganda Islámica -un organismo que depende del ayatolá Ali Jamenei- había llamado a participar en una contramanifestación convocada una hora antes de la opositora, también en la avenida de Vali Asr.

Jamenei brindó todo su apoyo a la reelección de Ahmadinejad.

En 1999, durante enfrentamientos estudiantiles, el Consejo de Coordinación llamó a una gran manifestación que puso fin al movimiento reprimiéndolo violentamente.

Las autoridades prohibieron el martes a la prensa extranjera cubrir las manifestaciones.

El gran ayatolá disidente Hosein Ali Montazeri llamó este martes a la juventud a continuar sus manifestaciones para «exigir sus derechos» pacíficamente, en un comunicado recibido por la AFP antes del pronunciamiento de Musavi.

La marcha del lunes en Teherán, en la que participaron centenares de miles de personas, fue pacífica, pero concluyó con la muerte de siete personas que habían tratado de atacar a una unidad de milicias oficialistas, según la radio pública.

Testigos y medios de comunicación informaron de protestas y arrestos en otras ciudades, como Machhad, Ispahan o Shiraz.

Ahmadinejad, cuyo primer mandato estuvo marcado por las presiones de Estados Unidos contra su programa nuclear, declaró este martes que «la era de los imperios se acabó».

«El orden capitalista internacional se está replegando» y «es evidente que la era de los imperios se acabó y que no volverá a renacer», proclamó el mandatario en Ekaterimburgo (Rusia), donde participa en una cumbre regional.

El presidente estadounidense, Barack Obama, se refirió este martes a sus «profundas preocupaciones» por las controvertidas elecciones iraníes, pero dijo que no sería provechoso que él se inmiscuyera en política interna iraní.

«He dicho antes que tengo profundas preocupaciones sobre la elección», dijo Obama tras su reunión en la Casa Blanca con el presidente surcoreano, Lee Myung-Bak.

Sin embargo, agregó que, «dada la historia de las relaciones entre Estados Unidos e Irán, no sería provechoso (que se vea) al presidente de Estados Unidos inmiscuyéndose en las elecciones iraníes».

La Comisión Europea (órgano ejecutivo de la Unión Europea) se dijo el martes «muy preocupada» por la situación y exhortó a las autoridades «a respetar el derecho (de la población) a manifestarse de forma pacífica».

Las protestas se iniciaron el sábado, cuando la autoridad electoral anunció que Ahmanidejad había sido reelecto en los comicios del viernes con un 63% de los votos, contra 34% para Musavi, quien denunció fraudes.

El lunes, desde el techo de un coche en medio de los manifestantes, Musavi declaró estar «listo para participar de nuevo en una elección presidencial».

La amplitud de la movilización contra la reelección de Ahmadinejad, y las violencias que provocó, empiezan a fisurar la unidad del poder.

El presidente del Parlamento, Alí Larijani, una influyente figura del campo conservador, responsabilizó al ministro del Interior, Sadegh Mahsuli, de ataques contra estudiantes y habitantes de un suburbio del norte de Teherán el domingo. (AFP)

El País Digital

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