Una historia con comienzo pero sin fin aparente.
Como todos saben, el echo de prestar dinero, puede ser muy loable cuando existen causas que así lo ameriten, normalmente en nuestra sociedad, se suele prestar dinero, a personas que se conocen, compañero, amigos, familiares, etc.
Si bien existen empresas que cubren este servicio de prestaciones cobrando una taza de interés, marcada y regulado por los entes de régimen jurídico del estado sobre el derecho comercial.
Quienes fijan esta taza de interés, es fijada por el banco central de cada país para préstamos (del Estado) tanto para privados como para empresas declaradas.
En tanto para otros bancos o para los préstamos entre los bancos (la tasa entre bancos). Esta tasa corresponde a la política macroeconomica del país (generalmente es fijada a fin de promover el crecimiento económico y la estabilidad financiera).
Estos mecanismos preestablecidos por el banco Central, rigen en cualquier lugar del mundo, los cuales deben ser respetados.
Muchos entes privados, cobran a través de créditos personales, tazas que pueden llegar a se usureras, estas generalmente terminan por declararse en banca rota para no tener que afrontar las demandas que sobre ellas recae en sociedades que si conocen la leyes de crédito al consumo.
Para poder definir la taza de interés, se debe saber que se habla de: Término utilizado en Finanzas bancos, títulos y valores financieros.
Precio que debe pagarse por utilizar fondos ajenos, el cual se expresa como un porcentaje del monto prestado por unidad de Tiempo.
Si nos referimos a Garantía de la tasa de interés
Es un compromiso que asume generalmente el otorgante del crédito garantizando al comprador una tasa de interés especificada, siempre y cuando la operación se cierre en un tiempo predeterminado.
Todo esto bajo un resguardo de ley a través de los bancos, cuando las personas suelen prestar dinero, deben entender que de manera particular y sin cobrar intereses, deberán demostrar estos prestamos con algún tipo de documentación probatoria, generalmente, cuando el usuario a quien se le otorga el préstamo, no cumple ni desea cumplir con lo pactado, importando mucho las promesas de cumplimiento por el pedido de dinero, es difícil que se le pueda cobrar.
Una de las maneras más antiguas, es crear que la persona a quien usted le presto el dinero, termine cansándose de sus reclamos y le pague, otra es que de forma astuta lo obligue a iniciar una demanda contra usted, seguro que si tiene la forma de demostrar que le debe, por la vanidad humana lo terminara haciendo caer en su propio ego.
Podemos mencionar, cientos de maneras para que usted de forma inteligente se reencuentre con su dinero prestado, y más aún con todos los intereses y perdidas que pudieron causar el incumplimiento de promesa.