La Danza árabe

Venimos del Sol.

Cada vez que uno entra a las academias de danza árabes, lo primero que encuentra o puede ver y leer, en algún cartel, es el siguiente texto escrito en diferentes lenguas.

«Venimos del Sol, somos un alma grande, solo al desplegar nuestras alas hará que nuestra existencia tenga sentido»…

Es un misterio del espíritu que nace en aquellos que han seguido a la «Diosa Mujer». Dominante, seductora e inquietante para quienes creen en la magia de la danza egipcia. Desde los Filisteos a nuestros días estas formas de expresión religiosa al comienzos del siglo XI y artística en la actual siglo XXI, permanece invariable en su esencia y formas.

Quizás el entorno no es igual ni siquiera parecido, mucho menos para quienes son occidentales, pero para encontrar algo de esta revelación solo debemos en nuestros días acercarnos alguna noche y ver danzar a odaliscas o por que no ir a interiorizarnos más de este temas en las academias de danza árabes.

El misterio y la franca manifestación que nació en la esclavitud más estrena, muestran que el ser humano siempre a buscado la libertad a pesar de estar y sentirse el último de los mortales.


.

Continue reading

La danza árabe y como se relaciona con la sensualidad

Es conocido y sabido que jamas es posible dar nada que no se posea, o podemos decir que uno no tenga en su interior. Cuando pensamos y relacionamos esto con la sensualidad que se puede expresar y sentir en la danza árabe, podemos comprender lo que se trasmite de generación en generación, por siglos reprimida, a la mujer se le a echo pensar y creer que mostrar su lado sugestivo, seductor y sensual, no era «femenino», debía ser totalmente reprimido, anulado, y sobre todo escondido tras no solo de un velo, también debajo del derecho masculino el cual debía ser permitido por ellas y legalizado por la sociedad.
Cada religión como algunas de Arabia, están manifiestas o representadas en las academias de danza árabe, para mantener estos credos y recordarnos de donde venimos. Para la sociedad actual con algo más de claridad mental, puede ver como a través de la danza las mujeres lograron con mucho arte mostrar su lado más sensitivo, su espectacular sensualidad femenina que manifestaban con su cuerpo canalizado en el arte de las danzas.

Academias de danza árabes, esparcidas por el mundo siguen mostrando y haciendo crecer este tipo de manifestación, creando nuevas generaciones que con muchísima mayor alegría expresan por medio de sus movimientos y expresiones liberar las más ocultas sensaciones reprimidas en la antigüedad en la mujer.

 

LA DANZA ÁRABE Y SU RELACIÓN CON LA SENSUALIDAD

Nadie puede dar nada que no posea, o , mejor dicho que no tenga en su interior. En el caso particular de la danza árabe nos interesa la sensualidad que tenemos reprimida por siglos de dominación, se nos ha hecho creer que nuestro lado femenino, sugestivo y seductor debía ser reprimido, anulado y escondido debajo de lo masculino que ha sido permitido y legitimizado. Nuestra danza hace renacer y saca al exterior nuestro lado sensitivo, lunar, intuitivo y así posibilitando el desarrollo del hemisferio derecho.
Otras cosas que debemos recordar es nuestra sensualidad femenina y expresarla con nuestro cuerpo.
El cuerpo de la bailarina ha de mostrar dos aspectos de la existencia: el aspecto terrenal y el aspecto etéreo, logrando así a través de la danza el equilibrio.
De la cintura para arriba la bailarina expresa lo etéreo, el cielo, los movimientos son ondulantes y suaves, los brazos son alas…las manos se asemejarían a lenguas de fuego siempre en expansión. De la cintura para abajo, la tierra, sus pies aferrados a la tierra demuestran una actitud, una conexión con la materia.
La danza intenta liberar de nuestra esencia la sensualidad y la espiritualidad y lograr así mistificar la Seducción algo que ha sido cambiado por las religiones y no integrado al espíritu, para así lograr la tan ansiada unidad.
.

Continue reading

tema árabe

La historia de las naciones se van formar mando por cientos de eventos que van marcando sus voluntades, tanto para bien como para mal.

Una danza que se conoce como sagrada, es la danza árabe, muchas academias de danza árabe, ilustran sobre esto a sus alumnos para que sepan y se interioricen de lo importante que resulta ser este tipo de danzas.

Esta danza surge en Egipto dentro de los templos egipcios, tenían y tienen un carácter de ritual que se hacía a través de un sacerdotisa, quienes tenían la obligación de llevar una vida pura y de forma ordenada según la religión.

Cada movimiento corporal es interpretado como una divinidad para ala, estas bailarinas que hoy se forman en academias de danza árabe, eran la comunicación entre las personas y sus dioses.

Se sabe que en un comienzo bailaban desnudas para calmar la ira de los dioses, ya que la desnudes se consideraba lo más sagrado en esos tiempos.

Nos cuentan en algunas academias de danzas árabes que se ofrendaban estas danzas en los funerales con la misión de transportar el alma de los difuntos para el más allá.

 .

Continue reading

4

Hoy la vida actual dada la tecnología que se emplea para desarrollar los trabajos, terminamos llevando una vida más o menos sedentaria, pero a la vez la vorágine actual nos pone en una situación de permanente estrés por el tipo de mundo agitado que abitamos.

Los condimentos que se presentan en este cóctel urbano son las presiones permanentes, exigencias para cumplir todo a tiempo, un gran exceso de responsabilidades que tenemos que cargar, etc. Si bien no podemos hablar de una solución mágica ni mucho menos, si podemos decir y afirmas que muchas mujeres están optando hoy por dedicar su tiempo libre en ejercitar su mente y cuerpo de maneras diferentes sin dejar de perder esa agresividad que hoy en día las caracteriza, es entonces que están dejando de elegir un instrumento musical para dedicarse a las artes marciales, ya no se dedican al ballet, hoy prefieren bailar salsa o ir a las academias de danza árabes.

Estos nuevos hábitos, no son para nada casuales, en realidad hay estudios que los ejercicios aerobios combinados con un equilibrio mental-corporal le dan al organismo una vitalidad importante junto a un buen grado de sensibilidad, algo que se fue perdiendo con el tiempo y en las actuales generaciones intentan recuperar con diferentes actividades alternativas como pueden ser las que mencionamos amteriormente <artes marciales o las academias de danza árabes>.

Como podemos ver para las mujeres la danza de el vientre esta dando furor.

 

¿Por qué practicar danza del vientre?
Independientemente de la vida que llevemos, más o menos sedentaria, más o menos agitada; hay un denominador común en la vida de gran parte de la población urbana, y está compuesto de varios ingredientes: el exceso de responsabilidades, las presiones constantes, la exigencia de dominar el tiempo; dejándonos vacíos de energía y con la sensación de estar “desafinados», nuestro cuerpo en desequilibrio, un instrumento que no está emitiendo la musicalidad que lograría si se encontrara en paz. Podemos afirmar que existen maneras de vencer las barreras inconscientes (y también de lidiar un poco mejor con las contextuales) que impiden un armonioso desarrollo del ser, en tanto unidad física, mental y afectiva indisoluble. Lejos de pretender que la danza del vientre sirva, sin otros elementos que la ayuden, como terapia para ciertas patologías que hacen que el organismo actúe “desafinado”, sí estamos en decir que la danza del vientre puede colaborar en la búsqueda del equilibrio perdido, y que contribuye ampliamente a la conscientización de los mecanismos corporales fundamentales, en especial los del centro de gravedad y de fuerza vital del organismo (que es lo que más se trabaja en la danza del vientre tradicional); proceso fundamental para lograr el autoconocimiento que necesitamos para desenvolvernos en la sociedad. Decir que, como bailarina de danza del vientre, puede experimentarse una sensación de poder absoluto tan sólo practicando una suave ondulación, sin siquiera desplazarse por el espacio; parecería, en una primera instancia, una apreciación muy exagerada. Pero, si notamos que esta zona es, además del centro mencionado, donde se encuentran los órganos de asimilación y eliminación, donde se producen las células sexuales dadoras de vida, y finalmente en caso de la mujer, donde se produce la gestación, habiendo sido en algún momento canal de vínculo entre madre e hijo, no es difícil deducir el por qué de esa fuerza, de esa potencia, que da estabilidad, que se nutre de la tierra, que es el centro de poder de ese microcosmos que es el ser humano. Paradójicamente, esta región del cuerpo, que es la central, y con la que debiéramos estar más conectados, resulta ser de las más oscuras en cuanto a la capacidad que tiene el yo para percibirla, para concientizarla; las regiones más perceptibles dentro de la imagen corporal son las manos, los pies, la cabeza; el vientre es una zona que soporta las más comunes represiones y bloqueos, su rigidez está relacionada a actitudes defensivas, con negaciones frente al placer y el bienestar que puede dar un vientre relajado y libre.
En esta porción occidental de la Tierra que nos toca habitar, desde pequeños, al menos a muchos de nosotros, estuvimos acostumbrados a esa noción de que lo realmente importante era tener brillantes ideas, que la verdaderas cuestiones reveladoras de los misterios de la vida surgían de las funciones intelectuales; y no es que el pensamiento sea un producto despreciable, al contrario, es uno de nuestros tesoros; es que el ser humano, al ser un todo inseparable, un ser completo, no puede desligar el cuerpo del intelecto; una persona madura debe poder conocer su cuerpo, sus procesos, sus limitaciones, sus capacidades, y al mismo tiempo ser capaz de pensar, de reflexionar, de tener una actitud crítica frente al mundo; hoy en día pareciera, y más que nada en esta noción de “virtualización” del hombre, que el cuerpo sobrara en la mayoría de los momentos, que la carne fuera un estorbo en la comunicación con el otro. Particularmente, la práctica de la danza del vientre nos da bases para afirmar que, al comenzar a tener consciencia de nuestro cuerpo, de sus posibilidades de acción, de su “estar en el espacio”, todos, absolutamente todos los valores aprendidos de manera meramente intelectual, se resignifican y toman otra dimensión, porque se los comienza a conocer desde uno mismo, con filtros propios, pero desde un “ser mismo” completo, íntegro, consolidado. Como sabemos en el mundo oriental, jamás se perdió la noción de “centro” en contraposición a la reivindicación de las funciones intelectuales a la que asistimos en este hemisferio del planeta, al respecto, y citando a Dropsky “es en la unión de la cabeza con sus valores de conciencia y del vientre con sus valores instintivos donde estriba la única posibilidad de una verdadera madurez humana”, agreguemos los factores emocionales, y concluimos en que la danza del vientre puede resultar una excelente catalizadora de estos tres aspectos que constituyen al ser como unidad y una ruta de retorno a la propia naturaleza, que se ve obturada muchas veces por los estilos de vida que llevamos.

 .

Continue reading

3

Beneficios psíquicos y emocionales
Si nos abocamos específicamente a la finalidad de la danza oriental, debemos retrotraernos a la prehistoria y señalar que el objetivo de este baile es hallar la armonía entre el cuerpo y el espíritu, y el medio es la contracción y relajación muscular en la parte inferior del tronco mediante movimientos circulares, a diferencia de otros que suelen centrarse en los músculos de las extremidades. El entrenamiento de la danza del vientre repercute en otras partes del cuerpo, fortaleciendo los músculos del abdomen, la parte inferior de la espalda y en particular la pelvis. Este último punto deja entrever la sabiduría de nuestros antepasados, dado que el movimiento circular de los músculos del abdomen implica una presión interior sumamente útil para el procesado de desechos en el cuerpo humano. Además, la danza tiene una doble función, por una parte nos invade de endorfinas el cerebro y aumenta la dopamina, por lo que obtenemos más relajación natural, y por otra nos hace vencer la inercia de permanecer sin hacer nada.

Continue reading