La danza árabe y como se relaciona con la sensualidad

Es conocido y sabido que jamas es posible dar nada que no se posea, o podemos decir que uno no tenga en su interior. Cuando pensamos y relacionamos esto con la sensualidad que se puede expresar y sentir en la danza árabe, podemos comprender lo que se trasmite de generación en generación, por siglos reprimida, a la mujer se le a echo pensar y creer que mostrar su lado sugestivo, seductor y sensual, no era «femenino», debía ser totalmente reprimido, anulado, y sobre todo escondido tras no solo de un velo, también debajo del derecho masculino el cual debía ser permitido por ellas y legalizado por la sociedad.
Cada religión como algunas de Arabia, están manifiestas o representadas en las academias de danza árabe, para mantener estos credos y recordarnos de donde venimos. Para la sociedad actual con algo más de claridad mental, puede ver como a través de la danza las mujeres lograron con mucho arte mostrar su lado más sensitivo, su espectacular sensualidad femenina que manifestaban con su cuerpo canalizado en el arte de las danzas.

Academias de danza árabes, esparcidas por el mundo siguen mostrando y haciendo crecer este tipo de manifestación, creando nuevas generaciones que con muchísima mayor alegría expresan por medio de sus movimientos y expresiones liberar las más ocultas sensaciones reprimidas en la antigüedad en la mujer.

 

LA DANZA ÁRABE Y SU RELACIÓN CON LA SENSUALIDAD

Nadie puede dar nada que no posea, o , mejor dicho que no tenga en su interior. En el caso particular de la danza árabe nos interesa la sensualidad que tenemos reprimida por siglos de dominación, se nos ha hecho creer que nuestro lado femenino, sugestivo y seductor debía ser reprimido, anulado y escondido debajo de lo masculino que ha sido permitido y legitimizado. Nuestra danza hace renacer y saca al exterior nuestro lado sensitivo, lunar, intuitivo y así posibilitando el desarrollo del hemisferio derecho.
Otras cosas que debemos recordar es nuestra sensualidad femenina y expresarla con nuestro cuerpo.
El cuerpo de la bailarina ha de mostrar dos aspectos de la existencia: el aspecto terrenal y el aspecto etéreo, logrando así a través de la danza el equilibrio.
De la cintura para arriba la bailarina expresa lo etéreo, el cielo, los movimientos son ondulantes y suaves, los brazos son alas…las manos se asemejarían a lenguas de fuego siempre en expansión. De la cintura para abajo, la tierra, sus pies aferrados a la tierra demuestran una actitud, una conexión con la materia.
La danza intenta liberar de nuestra esencia la sensualidad y la espiritualidad y lograr así mistificar la Seducción algo que ha sido cambiado por las religiones y no integrado al espíritu, para así lograr la tan ansiada unidad.
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