El recientemente nombrado Papa Francisco I, dio una sorprendente respuesta cuando se le ofreció mudarse al lujoso apartamento pontificio, afirmando que se trata de una decisión temporal. Por el momento, vivirá en una residencia mucho más humilde y con menos comodidades que las que podría tener si aceptara mudarse.
Recordemos que Francisco estuvo alojándose estos últimos días en la misma habitación que le fue asignada por sorteo cuando se estaba realizando la elección del nuevo Papa tras la renuncia de Benedicto XVI. Posteriormente, aceptó cambiarse a otra habitación más amplia con el fin de que los anteriores huéspedes puedan retornar a sus habitaciones originales.
Si bien esta decisión tomó por sorpresa a algunos, no se trata del primer gesto de humildad que demuestra Bergoglio, sino que ya había hecho algo similar al solicitar que se le cambiara el lujoso y tradicional trono de oro por un sillón mucho más sencillo pero igualmente cómodo.